Dos de ellos eran empleados de la federación, Pedro González Segura, director de Servicios Jurídicos, y José Javier Jiménez, director de Recursos Humanos. Ambos vieron sus contratos rescindidos. Los otros dos pertenecían a empresas externas que prestaban servicios a la RFEF. Se trata de Tomás González Cueto y Ramón Caravaca.
En un comunicado, la federación también anuncia que tendrá en cuenta posibles sanciones disciplinarias para cualquier otro empleado relacionado con la investigación en curso.
Esta decisión se produce el mismo día en que Luis Rubiales reaccionó al mandato de detención, mostrándose "sorprendido", pero asegurando que nunca ha hecho nada ilegal.